Solías decirme que te habia hechizado. yo creo que no es asi del todo. Que me has dado en tu mirada la visión de una carcel de oro, de brazos abiertos hacia mi. Y en el reflejo de tus ojos, aparezco: los brazos desplegados y vacios, siempre esperandote.
Entonces, donde acaba la prision?
martes, 2 de febrero de 2010
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